Los entrenamientos los realizábamos en un jardín cercano a
la casa de Edu, los controlaba la misma persona que me había hecho el documento
diciendo que había padecido catalepsia. Resultó llamarse Mario, había participado
en numerosos enfrentamientos frente a vampiros, por lo que él era quien nos
enseñaba todo lo necesario para sobrevivir frente a uno, el problema era que
necesitábamos mucho entrenamiento para enfrentarnos a un ejército y disponíamos
de muy poco tiempo, al darse cuenta de ello Edu comenzó a mostrarse más frío y
distante, pensaba que era por miedo, hasta que un día decidí hablar con él
sobre ello:
-
Amor, ¿se puede saber qué te pasa últimamente?,
te noto extraño, distante… sabes que puedes contármelo, puedes confiar en mí.
Se quedó callado mucho rato, y cuando me decidí a marcharme,
antes de que me fuera del todo, respondió:
-
¿de verdad quieres saberlo? – dijo, yo asentí… -
que me siento culpable, despreciable, una mala persona… y mala se queda muy,
pero que muy corta…
-
Pero, ¿por qué?
-
¿Que por qué?, por meterte en esta mierda de
lío, porque puedes morir por mi culpa, porque no debería haberte convertido,
porque si no te hubiera convertido no habrías tenido que pasar por todo aquello
de la catalepsia, no te habrían enterrado viva, y no estarías a punto de
participar en una guerra en la que hay muchas probabilidades de que mueras….
-
Pero a mí me gusta ser lo que soy ahora, mucho
más que antes, lo de la catalepsia es una interesante y divertida historia que
contar dentro de unos años… y no me ha molestado que me enterraran viva porque
con ello he superado un poco el miedo a la muerte, y hay las mismas
probabilidades de morir que de sobrevivir…
así que no hay que mirar la peor siempre, es mucho mejor mirar la mejor,
animarte e ir con ánimos, porque si vas decaído, pensando que vas a morir , lo
más probable es que suceda – me estremecí al decir esto último, Edu no pareció
notarlo, continué hablando – pero en cambio si vas con optimismo, si piensas
que vas a vencer… vencerás.
Me prometió que pensaría en ello
y que intentaría animarse y dejaría de culparse, esto último no lo había
conseguido aún cuando llegó el momento de luchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario