lunes, 3 de octubre de 2011

Shiztrems - La gran batalla (capítulo 6)

Al salir Marce me estaba esperando como me dijo, tenía los ojos enrojecidos…
-          Hola – me dijo con una media sonrisa pintada en la cara, al darse cuenta de que me había fijado en que había llorado añadió- era mi profesor desde hace 7 años…, bueno será mejor que te lo cuente, ¿no?
-          De acuerdo… - por una parte quería hablar con él sobre su profesor, ayudarle y animarle un poco. Por otro lado pensaba que era mejor distraerle un poco, además que quería que me lo contara.
-          Pues verás, el bosque siempre había sido un lugar muy tranquilo y apacible, todos los niños iban siempre a jugar allí, y hay por el final del todo un claro precioso que da a un acantilado donde, siempre que hay luna llena, se ve enorme, como si la pudieras tocar de lo cerca que parece esta, es precioso, muy digno de ver y también era el motivo por el que venían muchos turistas…, pero hace un año más o menos apareció muerto un hombre en el bosque, tenía algo parecido a una mordedura en el cuello, todos pensamos que había sido un animal, era lo más probable a pesar de que nunca había habido animales salvajes por aquella zona. Pero un hombre que vive en la colina dijo: “han vuelto, no ha sido un animal, sino personas, por así llamarlo, muertos que se alimentan de sangre, hacía mucho que no aparecían, pensábamos que ya no existían pero ahora que han vuelto nadie está seguro aquí…” Sabes a lo que me refiero, ¿no? A vampiros… la mayoría de la gente no se lo creyó, yo al principio tampoco, pero a los 6 meses o así murió otra persona con la misma marca en el mismo sitio, y luego otra… y a esa última la vi yo una vez muerta, vi su marca en el cuello y te puedo asegurar que eso no era un animal, fue por eso por lo que empecé a creerme la historia del hombre….
-          Ciertamente si es difícil de creer… pero si te soy sincera me lo creo…. – mis palabras eran sinceras aunque no estaba del todo convencida de que sonaran así o parecieran mentira. Ante la duda aclaré - Lo que me ha convencido a sido lo último que me has dicho… si tú has visto la mordedura y crees que no es de un animal me lo creo, la verdad.
Sin darnos cuenta ya habíamos llegado a la puerta de mi casa…
-          Bueno, será mejor que entre… mañana te veo en el instituto, adiós – dije.
-          Adiós.
Fue una despedida tan seca que dudé si el que no me había creído era él a mí. El hecho era que después de haber leído tantos libros sobre vampiros y haber escuchado tantas historias pensando siempre que eran leyendas inventadas, descubrir ahora que todo era verdad daba un gran giro a mi aburrida vida de un modo que nunca habría sido capaz de imaginar.

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