lunes, 19 de septiembre de 2011

Shiztrems - La gran batalla (Capítulo 3)


Al fin entré, el profesor me miró y me presentó, y yo que no quería llamar la atención…
         - Bueno chicos, esta es Elisa… es nueva y además viene de una ciudad, pero espero que la traten bien y que la ayuden a acostumbrarse al instituto, no es lo habitual adaptarse en el 2º trimestre, además cuesta mucho más… - y dirigiéndose a mí añadió: - siéntese en aquel sitio vacio, al lado del señor Pérez…  ¡EDUARDO, QUITE SU MOCHILA DEL ASIENTO Y DEJE SENTARSE A SU COMPAÑERA!
Eduardo quitó la cartera mascullando algo, tenía la sensación de que acababa de hacer un enemigo…
Me senté donde me había dicho, le dije hola pero no respondió, y le dije por lo bajo perdón… me miró sorprendido pero rápidamente apartó la vista y siguió sin decir nada… la primera clase se me pasó larguísima… volvió a sonar el timbre, por fin se acabó, de repente toda la gente se acercó a mi… ay madre…
Tras responder a varias preguntas tipo: ¿de dónde eres?, ¿Cuántos años tienes?, ¿tienes Tuenti o correo?... suena de nuevo el timbre… ¡menos mal!
El resto del día se pasa mejor, más rápido y con menos preguntas… al fin acaban las clases… ahora solo esperaba no volverme a perder y llegar bien y pronto a mi nueva casa…


Vale, no tenía ni la menor idea de donde estaba… ¿esto era un bosque?, definitivamente no era mi día… primero me perdí para llegar, luego la vergüenza que había pasado, luego lo de Eduardo, y ahora aquello…. Me di por vencida y me senté en una piedra grande que había a mi lado… me puse a pensar… la mayoría eran recuerdos, en Madrid no había bosques como este, en mi vida habría imaginado que acabaría perdida allí… luego mis pensamientos se fueron para Eduardo, había algo extraño en ese chico, no suelo creer en esas cosas de las energías y todo ese cuento chino, pero cuando me acerqué a él había sentido algo extraño… allí me había gustado esa sensación, pero ahora me daba miedo y no lograba comprender qué era… sabía que esa sensación no era amor, ya había estado enamorada y no era lo mismo… aunque cada vez que más pensaba en él si me enamoraba… pero era una estupidez, si ni siquiera había hablado con él, solo sabía su nombre y por el profesor, además creía que no le caía bien… ¿cómo se puede querer a alguien que ni si quiera conoces?,  eso sí era nuevo… las veces que me había enamorado conocía a la persona… y nunca había sido tan fuerte lo que sentía, estaba claro que lo que sentía por ese chico era algo más que amor, era esa sensación extraña a la que aún no había encontrado nombre…
Una extraña sombra me sacó de mis pensamientos sobresaltándome… me levanté lentamente de la piedra… casi sin hacer ruido, sería un animal pero… se había movido tan rápido…
Estaba paralizada por el miedo, no podía pensar, noté algo a mi espalda y otra vez la misma sensación que había sentido con Eduardo… pero no podía ser él el dueño de esa sombra… ya era difícil creer que fuera de un animal, aun menos que fuera de un humano… me giré muy lentamente… y, para mi sorpresa allí estaba él, blanco como la nieve… mirándome fijamente sudoroso… como con miedo, como si hubiera visto un fantasma… me atreví a hablar, más bien a tartamudear…:
-          Ho…hola, ¿q...que haces aquí?, y ¿q…que te pasa que es…tas tan pálido?
-          ¿QUÉ HACES EN ESTE BOSQUE? ¿NO SABES LO PELIGROSO QUE ES? ¡¡DEVERIAS ESTAR YA EN TU CASA COMIENDO O HACIENDO LO QUE TE DIERA LA GANA!!- gritó.
Del susto y de la impresión por los gritos, mas todas las emociones vividas en ese momento me desmayé… era la primera vez que me pasaba, aunque mi cabeza no llego a tocar el suelo, algo o alguien me cogió antes, pero era imposible que me hubiera cogido él, estaba demasiado lejos para que le hubiese dado tiempo… ¿o tal vez no?
Después de eso solo recuerdo oscuridad y creo que me estaba moviendo, aunque se mezclaba con la extraña sensación que solo sentía con él, todo me daba vueltas… conseguí abrir los ojos, aunque los tuve que cerrar de nuevo por el gran mareo que cogí, ¿cómo era posible que nos moviéramos tan rápido?
De repente todo paró, incluso me pareció que el tiempo también, había conseguido que se me pasara el mareo, algo es algo, tenía la cara en su pecho, olía bien, aunque no a colonia…, quería quedarme así, en sus brazos y en tranquilidad siempre… o por lo menos un largo rato… pero todo lo bueno pronto se acaba, así que decidí abrir los ojos… lentamente, no vaya a ser que me volviera a cegar como esa mañana en clase… al ver que reaccionaba me bajó al suelo, y se agachó a mi lado…
-          ¿Estás bien? – me preguntó en voz baja – lamento haberte gritado antes, simplemente me sorprendió verte en este bosque, es muy peligroso, ¿Sabes?
-          Estoy bien, pero si es tan peligroso,  ¿qué hacías  tú aquí?
-          Esto… es un secreto –  se puso blanco de nuevo, se le nota muy poco, pero era moreno de piel y eso hacía que se pudiera apreciar, seguramente yo me hubiese sonrojado… me preguntaba por qué a él nunca le había visto sonrojado… ¿no tenía nunca vergüenza?, estaba pensando paranoias, ¡le conocía de esta misma mañana! Aunque tenía la sensación de haber estado toda la vida junto a él.
-          Bueno si no me lo puedes contar no pasa nada… yo… - ahora si me había ruborizado…- me había perdido… por cierto ¿qué hora es?
-          Son las 3:30…
-          Mi madre debe estar preocupada, tengo que irme…
Me levanté, pero me volvía  a marear y me caí, por suerte me volví a quedar  sentada en vez de darme de bruces contra el suelo… Eduardo me ayudó a levantarme…
-          Será mejor que te acompañe a casa – dijo.

2 comentarios:

  1. Jaja me salté un capítulo :$
    Por cierto si lo abres desde internet explore y a veces te sale esto:- tendrían que ser guiones, ya veré como lo arreglo ;)
    gracias!

    ResponderEliminar