miércoles, 21 de septiembre de 2011

Shiztrems - La gran batalla (Capítulo 4)

Ya casi habíamos llegado cuando Eduardo se paro.
- ¿Qué pasa?- pregunté
                    - Nada, que yo ya me quedo aquí… - dijo mirando al infinito, o eso creía… mire en la dirección de sus ojos y vi que miraban fijamente a un coche de policía que había en frente de mi casa, mi madre ya se había preocupado demasiado…, pero… ¿por qué se quedaba allí?, ¿tendría problemas con la policía? Lo dudaba…
        - De acuerdo, mañana nos vemos en el instituto…
Fui rápidamente hacia la puerta al ver que mi madre salía para hablar con uno de los policías… ¿qué iba a explicar ahora?, seguramente le diría la verdad, que me había perdido por el bosque y había vuelto acompañada de Eduardo… pero, si era verdad que el bosque era tan peligroso como me había dicho, mi madre se pondría histérica… y además Eduardo no había querido acompañarme hasta la puerta y se había quedado mirando fijamente al coche de policía… si tenía problemas con la policía no era lo mejor decir que él me había encontrado y acompañado… deje de correr y me paré en seco, pero era demasiado tarde, mi madre ya me había visto y se acercaba corriendo a mi… ¿qué iba a decirla?
       - ¡ELISA! – dijo gritando y me abrazó - ¿se puede saber dónde estabas?, me tenías preocupadísima, ya ves que he llamado incluso a la policía…
       - Pues ya le puedes decir que se vayan y tranquilizarte, ya estoy aquí, simplemente me perdí de vuelta a casa… este pueblo es muy pequeño y se acaba pronto así que cuando me quise dar cuenta estaba andando por la carretera y me había perdido… pero conseguí encontrar el camino y al fin he llegado, respira hondo mamá, estás muy nerviosa.
No me lo podía creer, lo había conseguido a la primera… con lo mal que se me daba, y se me sigue dando, mentir… no sabía si mi madre me habría creído o no, así que me puse nerviosa…
       - Dónde tendrás la cabeza, me has dado un susto de muerte, espero que ya te hayas aprendido el camino, es una lástima que no te pueda acompañar porque si no… y no es que no pueda porque no quiera, que si quiero, si no porque he encontrado trabajo.
       - Eso es genial, ¿de qué vas a trabajar?
       - Ejem, ejem… lamento interrumpir su charla y su reencuentro señoritas, pero quisiéramos saber si ya nos podemos marchar… - dijo uno de los policías.
       - Oh, por supuesto, mil gracias por todo. Lamento las molestias – respondió mi madre rápidamente.
Los policías se marcharon y mi madre y yo entramos en casa, estuvimos hablando toda la tarde, más que nada sobre su nuevo trabajo… luego hice los deberes y nos fuimos a cenar, durante la cena continuamos hablando, era la primera vez en mucho tiempo que hablábamos tanto.

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